Una nueva vida a lado de mi familia 

Raquel, Graduada de Narconon Navojoa Mujeres
E.R., Graduada de Narconon Navojoa Mujeres
 

Siendo ya una adulta con hijos jóvenes, pero aún con la preocupación de madre para que estén mejor y con unas jornadas laborales extensas, terminaba mis días exhausta por querer abarcar todo y cumplir con todo lo que sentía que se me exigía. Una compañera de trabajo se dio cuenta de mi situación y me ofreció el cristal, me indicó que me ayudaría a tener más energía y, con ello, a rendir mejor en todas las tareas que debía cumplir.

Decidí probarlo y, a pesar de que me picó muy feo en la nariz, casi de manera inmediata sentí esa energía necesaria para abarcar todas las tareas pendiente. De poco en poco lo seguí consumiendo, la razón fue porque no quería que nadie se diera cuenta y además era muy incómodo la picazón y ardor en la nariz. Al breve tiempo, se me quitó el apetito y no podía conciliar el sueño, mi comportamiento cambió, me alejé de todos y de todo. En consecuencia, quedé atrapada en la adicción, no encontraba una salida y sentía mi luz se iba apagando.

Mis hijos se dieron cuenta de que algo andaba mal conmigo y el mayor de ellos se ofreció a llevarme al médico, yo rechacé inmediatamente la propuesta porque me daba vergüenza de que se enteraran de lo que realmente estaba pasando. De hecho, lejos de sentir una ayuda, me sentía acorralada por mi familia y lo único que buscaba era escapar hacia mi mundo para no confrontar la realidad, negando a toda costa el problema que tenía. No obstante, el consumo de cristal no se puede esconder de manera permanente y un día salió a la luz, el jefe de uno de mis hijos me ofreció ayuda, misma que no quise aceptar.

Siguió pasando el tiempo y mi consumo iba en aumento, al punto en que ya no sabía estar sin la substancia. Mi situación era ya insostenible, incluso ya había perdido el trabajo, y un día me armé de valor para hablar con mi hijo mayor para que encontrara el lugar adecuado para mí. En mi interior buscaba algo que lograra una desintoxicación, yo no estuve en otros procesos de rehabilitación, pero sí había escuchado malas experiencias acerca de estos y no quería descender aún más en la parte emocional.

“Cuando le confesé a mi familia, yo tenía muchísima pena sobre cómo decirles a mis hijos. Pero ellos me preguntaban ¿Mamá estás enferma? ¿Te pasa algo? ¿Estas preocupada? ¿No duermes? ¿No comes? ¿Qué te pasa?”

Mi hijo junto con su jefe, quien se había convertido en un buen amigo, se dieron a la tarea de buscar centros de rehabilitación de drogas y alcohol con las características que buscaba y necesitaba. Un buen día, llegaron con la información de Narconon Navojoa en Sonora y me comentaron que se trataba de algo diferente y que incluía un proceso de desintoxicación. Observé la información y sentí que se trataba de gente profesional porque además tienen presencia en muchos países, en ese momento tomé la decisión de hacer el Programa de Narconon.

“A mis 56 años y siendo originaria de Guadalajara, Jalisco, hice mis maletas para emprender el viaje hacia una vida libre de las adicciones a las drogas”.

Al llegar al Centro me sentí muy bien porque desde el recibimiento me hicieron sentir como en casa, a pesar del temor e incertidumbre que tenía por las malas experiencias que había escuchado sobre otros procesos de rehabilitación. No obstante, al poco tiempo de estar en Narconon Navojoa esos miedos se disiparon.

El primer paso que realicé fue la Retirada Libre de Drogas y mi sorpresa fue muy grande al poder conciliar el sueño nuevamente. Durante esta etapa me acompañó un miembro del staff todo el tiempo, quien con técnicas especiales y muchas vitaminas, me ayudó a que me sintiera bien y estable para poder continuar con el Programa.

La siguiente etapa fue la Desintoxicación de la Nueva Vida, se trata de la combinación de ejercicio, sudado en seco de sauna y un régimen nutricional específico. Al empezar con este proceso me sentí muy emocionada porque era real que iba a poder desintoxicarme y desde el comienzo empecé a notar cambios a nivel físico y mental. De pronto mis pensamientos fueron más claros, la desintoxicación se hizo evidente y hasta piel se tornó más suave y brillante. Definitivamente este fue el paso que me cambió la vida, gracias a esta etapa ya no tengo la necesidad de consumir ningún tipo de substancias para poder rendir adecuadamente.

Con una mente clara y un cuerpo desintoxicado, estaba lista para recibir las siguientes etapas del Programa. Comprendí que debió de ser en ese orden porque con los cursos que siguieron fue mucho más fácil darme cuenta de la raíz de mi adicción y de cómo manejaría en el futuro estar libre de las drogas. Gracias a estas últimas etapas pude darme cuenta realmente de mi entorno para volver a tener la capacidad de poner mi atención lejos de los recuerdos pasados o proyectos futuros y, de esta forma, trabajar en tiempo presente. Me di cuenta de que trabajando en tiempo presente puedo tener la capacidad de planear un futuro en el que pueda alcanzar mis metas y sueños.

“Gracias a las habilidades que adquirí en Narconon logré confrontar el pasado, el presente y mi entorno, sólo de esa forma, logré resolver mis problemas”.

Agradezco al Programa de Narconon Navojoa y a todo su personal, quienes me atendieron de maravilla. Hoy me siento con mucha energía natural y auténtica, así como con muchas ganas de vivir y disfrutar de este andar libre de las adicciones a las drogas.

Quiero que mi historia se conozca para decirles a todas aquellas personas que están pasando por la obscuridad de las adicciones, que sí se puede salir de ellas a través de este hermoso Programa, llevado por gente muy profesional.

Gracias a Narconon Internacional por su apoyo y a su Centro en Navojoa por su entrega.

Raquel, Graduada de Narconon Navojoa Mujeres


AUTOR
A

Narconon Consultant

NARCONON NAVOJOA

EDUCACIÓN Y REHABILITACIÓN DE DROGAS