Durante 14 años estuve atrapado en el infierno de las adicciones… Pero Narconon me ayudó a salir de él y así pude crear un nuevo estilo de vida.

Graduado de Narconon

Mi nombre es Iván E. y quiero contarles una parte de mi vida, de la cual no me siento orgulloso pero sé que al leer mi historia alguien más se puede sentir identificado con lo vivido y encontrar esperanza en ella . A la edad de 15 años comencé a experimentar con el cristal como mi droga de inicio. Aunque en el transcurso de mi adicción probé algunas veces la marihuana y otras tantas la cocaína, nunca me dejaron satisfecho como lo hizo el cristal. Como experiencia de vida puedo decirles que fue una droga tan celosa que no pensaba en otra que no fuera la metanfetamina.

En esos 14 años conocí lo que era el infierno en la Tierra. Fueron años de mi vida que pasaron como si fueran nada, tiempo que desperdicié consumiendo y perdiendo lo más importante en mi vida: mi familia y mi matrimonio. Con ello se fueron también mis ganas de vivir y crecer como persona. Llegué a un punto en el que nada me importaba ni siquiera si era un buen o mal ejemplo para mi pequeño, si era un mal padre, esposo o hijo. Descuidé mis valores, mi aspecto y sobre todo mi salud. Si pudiera enumerar las cosas que perdí por causa de la adicción quizá no terminaría nunca. Una de las tantas fue el no estar al lado de mi familia en fechas especiales, en momentos importantes para mi hijo a quien yo abandoné por estar consumiendo y, si en alguno estuve, no podía sentir emoción porque la droga inhibía cualquier sentimiento que no fuera la ansiedad de querer consumir. Y claro, si no estuve presente en aquellos momentos felices, mucho menos en los que me necesitaron. No pude ser el soporte que ellos buscaban.

Como consecuencia del consumo me empecé a rodear de personas hostiles y despiadadas, que como yo, también vivían para drogarse. Comencé a duplicar sus actos y cada vez hacía cosas más indebidas; todo lo que pudiera generarme dinero para “sobrevivir” y comprar droga era bienvenido en mi vida. Cada vez me metía en más y más problemas. Caí tan bajo, hasta un punto en el que a mi propia familia le causaba terror, pues en algunas ocasiones con palabras y puños maté los sueños e ilusiones de otras personas.

El miedo que mi familia me tenía fue muy grande, pero no tanto como el amor que sentían por mí ya que nunca me soltaron de la mano, siempre intentaron apoyarme hasta donde yo se los permitía, y cuando no lo hacia no quedaba otra que internarme a la fuerza. A lo largo de esos 14 años me enfrenté a 6 procesos de rehabilitación en los llamados “anexos”. Nunca me funcionaron ya que de todos siempre salía con más ganas de consumir y cada vez más resentido con mi familia pues yo pensaba que hacían eso porque ya estaban hartos de mí. Pensaba que no les importaba las condiciones en las que me tenían o cómo me trataban. Pero la realidad es que ya no tenían otra alternativa conmigo.

Un buen día, por la gracia de dios, encontramos Narconon y cuando me hablaron de él yo simplemente lo vi como un proceso más para agregar a la lista de mi vida. Acepté venir sólo porque no era capaz de enfrentar mi realidad fuera de un centro de rehabilitación y realmente ya no sabia ni qué seria de mi vida. Cuando llegué al centro aún tenía infinitas dudas e incredulidad acerca de este programa. Desde el primer día noté que todo era muy diferente a mis otros procesos. Me enseñaron que aquí no iban a obligarme a cambiar, que todo tenía que ser por mi propia voluntad. Por fin entendí esa clave tan importante, ¡EL QUE TENÍA QUE CAMBIAR ERA YO!

En la Retirada sin Drogas yo desconfiaba de todos, pero poco a poco mi perspectiva del centro fue cambiando y cuando pasé a mi etapa de desintoxicación entendí muchas cosas más y en un pequeño cuarto de 3x4 m2 (el sauna), viví un sinfín de emociones. Puedo decirles que fue la etapa más difícil del programa porque, así como estaba saliendo la droga de mi cuerpo, con ella también afloraban algunos o casi todos mis actos hostiles y mi conciencia no me dejaba estar tranquilo… Pero sin duda alguna entrar a la Academia fue el punto en el que me di cuenta que Dios, este programa y yo habíamos salvado mi vida porque sin ellos no hubiera podido, pero sin mi voluntad tampoco. Para ser un poco más exacto fue el curso de Cambiando Condiciones en la Vida el que me hizo reflexionar tanto pues me di cuenta que lo más importante era como me encontraba yo y preocuparme por mí de una manera positiva era algo que yo no conocía. Fue ahí cuando supe que sí podía ser una persona de nuevo y podría volver a sentir emociones sanas para mi vida.

"… pero lo más importante es que a mi familia le devolvieron un hijo y un hermano, a mi pequeño un buen padre del que ahora sí puede tomar un ejemplo digno y a la sociedad le regalaron un ser humano de bien que ahora sólo quiere ayudar a los demás".

En Narconon aprendí a confrontar mi realidad, aprendí acerca del respeto, tema que había olvidado y me enseñó a ser feliz de nuevo. Pero lo más importante es que a mi familia le devolvieron un hijo y un hermano, a mi pequeño un buen padre del que ahora sí puede tomar un ejemplo digno y a la sociedad le regalaron un ser humano de bien que ahora sólo quiere ayudar a los demás.

Actualmente tengo 2 años trabajando en Narconon Sonora y estoy tan orgulloso del trabajo que ahora tengo. Me desempeño como Secretario de Comunicaciones y este trabajo me hace muy feliz. Decidí ser un miembro del personal de Narconon porque quiero transmitirles a todos que sí hay una vida después de las drogas, que la salida sí existe y sólo es cuestión de que quieras encontrarla. Soy tan feliz porque tengo la seguridad de que soy una mejor persona y mi familia lo es a la par conmigo. Por fin ellos se pueden sentir orgullosos de mí al igual como yo me siento. Definitivamente le debo mi vida a este programa. Agradezco infinitamente a Dios por guiarme hasta este programa y darme la fuerza para seguir adelante cada día, a mi familia por no dejarme caer, sé que sin ellos no lo hubiera logrado, al personal que me recibió en ese tiempo por darme ánimo y esperanza en los momentos que quise renunciar a mi programa, y sobre todo a mí mismo porque soy la persona que realmente vivió, sufrió y aprendió en este programa.

Iván E.

AUTOR
CZ

Cristina Zazueta

NARCONON NAVOJOA

EDUCACIÓN Y REHABILITACIÓN DE DROGAS