Comienzo a vivir

Two people sitting
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Un poco más de la mitad de mi vida la pasé consumiendo drogas en exceso. Lo que comenzó como un juego juvenil, al tiempo se convirtió en la peor pesadilla de mi vida. Pero gracias a Narconon, hoy pude despertar de ella.

Mi adicción comenzó a los 20 años cuando probé la marihuana por primera vez con el grupo de amigos que frecuentaba en ese tiempo. Todos consumían sustancias y yo me quería sentir igual de maduro y feliz que ellos. Desde ese entonces ha estado acompañándome en todo el trayecto de mi vida.

Fue así como se disparó mi consumo de drogas ya que al poco tiempo comencé con la cocaína cada fin de semana acompañado del mismo grupo. Al principio fue divertido el éxtasis que me provocaba cada línea en las fiestas o reuniones sociales pero todo cambio cuando tuve que consumirla a diario en la soledad de mi trabajo para poder sentirme “normal”. Duré enganchado en la cocaína alrededor de 10 años y en ese transcurso también probé el cristal pero sólo era de manera ocasional.

Cuando comencé mi matrimonio yo ya consumía drogas pero como trabajaba todo el día en el campo, era el escenario perfecto para hacerlo. Nadie se daba cuenta y yo me aprovechaba de eso. Al tiempo vino el nacimiento de mi primer hijo y fue una felicidad enorme pero desgraciadamente no fue un motivo para querer dejar las drogas. Yo me sentía bien consumiendo pues pensaba que jamás me afectaría en nada… Seguido llego mi segundo hijo y mi vida cambio aún más pues ya éramos una familia de 4 con más responsabilidad.

Mi espiral descendente comenzó cuando el cristal me atrapó por completo. Pasó de ser ocasional hasta que se hizo necesario hacerlo en conjunto con la marihuana. Yo tenía la idea de que me mantenía muy activo produciendo en el campo pero la realidad era otra. Todas mis acciones diarias las dejaba inconclusas por consumir , es decir, si en medio de poner una cerca me daban ganas de consumir, lo dejaba y me iba por una dosis. Para cuando volvía ni siquiera lo recordaba y no lo concluía.

Así paso gran parte de mi vida como una rutina diaria, consumía, “trabajaba”, consumía, consumía otra vez, trabajaba un poco más y me iba a casa a recargarme para que el siguiente día fuera igual. Conforme mi adicción fue avanzando mi necesidad de droga aumentó junto con la económica. Primero empecé a vender mi ganado, después el de mi padre y mentía diciendo que se había perdido o les decía que se lo comían los coyotes… En fin, mi adicción se incrementó demasiado agarrada de la mano con mi habilidad para mentir e inventar excusas.

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Mis últimos 3 años de consumo fueron los peores. Fue cuando mi adicción se incrementó tanto que no sabía qué hacer con ella. Conforme iba avanzando mi adicción menos efectos me hacía y necesitaba fumar más para sentirme bien. Llegué a vender mi ganado o cambiarlo por droga por la necesidad inmensa que tenía.

En ese transcurso mi esposa por fin se dio cuenta de mi consumo y me insistía que buscara ayuda pero yo siempre me negué a hacerlo y le decía que no era necesario pues yo me sentía muy bien consumiendo. Hasta que un día ella amenazó con dejarme si no buscaba ayuda pues realmente ya estaba tocando fondo. La idea de perder a mi familia me aterró mucho y me hizo reflexionar acerca de la condición en la que estaba y decidí que tenía que hacer algo pero no sabía cómo. En una visita a un viejo amigo recién graduado de este programa, él me mostró la solución a mi adicción y me explicó el proceso de este programa el cual me pareció muy bueno y junto con mi familia tomé la decisión de rehabilitarme aquí. Ellos se encargaron de hacer los movimientos necesarios para ingresarme.

Cuando recién llegue a Narconon Sonora sentía un poco de nostalgia pues faltaba un par de días para Navidad y yo quería estar con ellos en casa. Pero también sabía que lo mejor era estar aquí pues en la calle quizá me arrepentía si dejaba pasar los días.

La Retirada fue tranquila y hasta placentera con la ayuda del especialista, las vitaminas y minerales que aquí me proporcionaron. Me sentí muy bien en esa etapa,. Sin embargo mis años de consumo comenzaron a cobrarme factura y me detectaron problemas de la presión pero el médico y los miembros del personal de Narconon me ayudaron a sobrellevarlo.

Cuando comencé la sauna rápidamente sentí como me iba desintoxicando gracias al proceso que se hace. Me parecía algo increíble ver cómo mi piel se iba suavizando y mi cuerpo recobraba vida. Fue un proceso maravilloso de treinta y tres días.

El entrar a trabajar la parte mental y emocional fue muy distinto. Aunque al principio me agobiaba tener que hacer los ejercicios y caminar de un lado a otro, hoy sé que fue algo muy necesario ya que este programa se tiene que seguir al pie de la letra para que funcione.

Sin duda los cursos de Destrezas para la Vida fueron la parte más difícil pero no imposible. Por momentos quise desistir e irme sin concluir el programa pero gracias a los miembros del personalf pude entrar en razón y pasar a través de las manifestaciones que tuve. Entendí muchas cosas de la vida en estos valiosos cursos, son una herramienta que atesoraré siempre.

Man in a field
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Estoy muy agradecido con este programa, con todos los miembros del personal que siempre estuvieron ahí y supieron resolver cualquier situación. Con mi familia que me dio un apoyo sin medida y estuvieron animándome a lo largo de mis días aquí. Con mis actos les agradeceré por todo lo que han hecho por mí.

Quiero decirle a todas las personas que se encuentran en drogas que se den la oportunidad de conocer este programa, es el mejor que existe. Aquí tendrán lo necesario para salir de drogas.

Gracias Narconon por cambiar mi vida.

AUTOR
CZ

Cristina Zazueta

NARCONON NAVOJOA

EDUCACIÓN Y REHABILITACIÓN DE DROGAS