Mi Cuerpo, Mi Mente, Mi Espíritu.... Libres al Fin

Hombre sober

Vivir el proceso de desintoxicación de Narconon ha sido, sin exagerar, la experiencia más transformadora de mi vida.

No se trata de algo que alguien me haya contado o una historia ajena… es algo que viví en carne propia, paso a paso, con cada momento grabado en mi memoria y en mi cuerpo.

Durante años —más de tres décadas— acumulé toxinas que poco a poco fueron afectando no solo mi cuerpo, sino también mi mente, mis emociones y mi espíritu. Esa carga era invisible para los demás, pero muy real para mí. Me sentía atrapado en un cuerpo cansado, sin energía, sin claridad, desconectado de quien realmente soy.

Entrar al programa fue como empezar una travesía hacia mí mismo. Cada parte del proceso me fue llevando a descubrir una versión más limpia, más fuerte y más consciente de mí. Sentí cómo mi cuerpo respondía, cómo mi mente se despejaba, cómo mi energía vital volvía a fluir. Fue como si cada célula estuviera agradeciendo el alivio, la limpieza, el cuidado.

“Al terminar la desintoxicación, sentí algo que no había sentido en mucho tiempo: libertad. Una libertad real, física, mental y emocional”.

Me siento como si me hubieran reconstruido por dentro, como si mi organismo hubiese recibido un mantenimiento completo que lo dejó no al 100%, sino al 200%.

Hoy, puedo decir con seguridad y con una sonrisa en el alma, que soy otro ser. Un ser con entusiasmo, con vigor, con claridad.

Gracias, Narconon. Lo que hiciste por mí no tiene precio. Para mí, eres lo máximo.

G.P., Estudiante del Programa Narconon


AUTOR

Alfonso Rodriguez

Secretario al Público Narconon Sonora

NARCONON NAVOJOA

EDUCACIÓN Y REHABILITACIÓN DE DROGAS