Historia de Éxito de Joel: Dos Años Libre de Drogas y Una Nueva Oportunidad de Vivir

Hoy quiero compartir algo que jamás imaginé poder decir algún día: gracias a Dios, tengo dos años libre de drogas. Para quienes no conocen mi historia, quiero explicarles con claridad cómo era mi vida antes de llegar a Narconon Sonora y cómo este programa literalmente me salvó la existencia.
Antes de ingresar, yo me encontraba como un ser completamente marchitado. No tenía ganas de vivir, no sentía esperanza, ni motivación, ni nada que pudiera recordarme que seguía siendo humano. Recuerdo perfectamente que había momentos en los que quería sonreír, pero no podía… quería llorar, y tampoco podía. Estaba vacío por dentro. Mis emociones estaban apagadas, como si mi alma hubiera quedado atrapada en algún lugar oscuro y lejano.
Mi adicción me había llevado a perderlo todo: mi dignidad, mi salud, mi familia y hasta mi capacidad de sentir. La droga se convirtió en lo único que creía que me mantenía de pie, aunque en realidad me estaba destruyendo por completo. Llegó un punto en el que las sustancias ya no me hacían sentir nada y comencé a buscar algo más fuerte, algo que me hiciera experimentar aunque fuera un poco de alivio. Mis pensamientos iban empeorando; ya empezaban a rondar ideas dañinas, incluso hacia otras personas. No porque yo fuera malo, sino porque estaba completamente perdido dentro del problema de adicción.
Fue entonces cuando, en medio de tanto sufrimiento, vi una pequeñita luz de esperanza. Esa luz se llama Narconon.
Cuando llegué, yo creía que nunca iba a poder vivir sin drogas. No sabía cómo existir sin la sustancia. Pensaba que la única manera de sentirme “normal” era consumiendo. Pero apenas inicié el programa, algo dentro de mí empezó a cambiar. Al principio fue muy leve, casi imperceptible, pero estaba ahí: un pequeño deseo de vivir. Con el paso de los días empecé a ver la vida de manera distinta; comencé a recuperar mi fuerza, mis ganas de existir, mi sentido de propósito.
“Narconon Sonora me enseñó
a vivir nuevamente”.
A lo largo del programa entendí cosas que jamás había comprendido de mí mismo. Aprendí a confrontar mis problemas de manera correcta, a no escaparme, a no esconderme detrás de una sustancia. Aprendí a reconocer mis emociones, a manejar mis impulsos y a dar soluciones reales a las situaciones que antes me abrumaban.
Gracias al programa logré reconstruir los primeros dos años de mi sobriedad de una manera estable y consciente. Hoy puedo decir con orgullo que estoy unido a mi familia: a mis hijos, a mi esposa, a mis padres. Recuperé su confianza, su amor y, sobre todo, mi lugar en sus vidas. Antes los había perdido a causa de mi consumo, pero ahora, gracias a Narconon, recuperé todo lo que creí haber perdido para siempre.
También aprendí algo que ahora considero fundamental: manejar mis condiciones de vida. Las fórmulas que aprendí en el programa se convirtieron en herramientas que uso todos los días, en cada área de mi vida. Me han ayudado a sobresalir, a mantenerme firme, a alcanzar metas que antes ni siquiera imaginaba intentar.
Hoy sé que puedo lograr cualquier propósito que me proponga. Ya no me detiene el miedo, ni la inseguridad, ni la dependencia. Hoy estoy de pie gracias a Dios y gracias a Narconon Sonora, que no me soltó y me guió paso a paso en esta nueva travesía llamada vida.
A todas las personas que están pasando por una adicción, quiero decirles desde mi corazón: yo sé lo que están viviendo. Sé lo que es sentirse perdido, atrapado y sin salida. Pero también sé que sí existe una salida, y esa salida se llama Narconon. La tecnología del señor L. Ronald Hubbard es exacta, precisa y completamente transformadora.
Narconon me devolvió la vida. Y si tú o tu ser querido lo necesitan, también puede devolvérsela.
Gracias por todo.
—Joel, Graduado de Narconon Navojoa


