Gracias a Dios y a Narconon: Un Nuevo Comienzo

Antes que todo, quiero darle las gracias a Dios por haberme permitido llegar hasta este momento tan importante en mi vida. Culminar mi programa en Narconon Sonora representa para mí una de las mayores victorias personales que he tenido. Este proceso no solo me ayudó a dejar atrás una etapa difícil, sino que también me brindó herramientas valiosas para reconstruirme, recuperar mi energía, mi confianza y, sobre todo, mi paz interior.
Recuerdo claramente el momento en que llegué al programa. No fue fácil al principio. Mi cuerpo y mi mente estaban cansados, necesitaba un cambio profundo y sabía que debía entregarme completamente para lograrlo. Al iniciar la retirada, comencé a experimentar transformaciones físicas y emocionales. Mi cuerpo empezó a responder, a limpiarse y a sanar. Las vitaminas y los cuidados que recibí me ayudaron a recuperar mi vitalidad y energía, algo que hacía mucho tiempo no sentía. Empecé a descansar mejor, a dormir profundamente y a despertar con ánimo y esperanza. Cada día era un paso más hacia mi recuperación.
Después llegó el proceso de los Objetivos, una parte fundamental del programa que me permitió reconectarme con el tiempo presente. Aprendí a dejar atrás el pasado y a no vivir preocupado por el futuro. Pude enfocarme en el aquí y el ahora, valorando cada instante y cada avance. A través de estos ejercicios, entendí la importancia de mantener mi mente clara y estable, de observar mi entorno con atención y de tener el control sobre mis propias acciones.
Durante el curso de Los Altibajos en la Vida, comprendí algo muy importante: no todas las personas que nos rodean nos aportan cosas positivas. Aprendí a distinguir entre las personas sociales, aquellas que construyen, apoyan y motivan, y las personas antisociales, que muchas veces restan energía o generan conflictos. Este conocimiento me dio una nueva perspectiva sobre mis relaciones y me enseñó a elegir con sabiduría a quién permito entrar en mi vida. También aprendí a manejar diferentes situaciones, a resolver conflictos sin perder la calma, y a alejarme de aquello que me hace daño o me aleja de mis metas.
Una de las partes más liberadoras fue trabajar en los Escritos de Actos Hostiles. Este ejercicio me permitió soltar todo lo que llevaba dentro, todo aquello que me pesaba y no me dejaba avanzar. Fue un proceso de introspección profundo, en el que pude reconocer mis errores, perdonarme y liberarme de culpas que había cargado por mucho tiempo. Sentí como si una gran carga desapareciera de mis hombros. Esa libertad interior fue el inicio de una nueva etapa para mí.
Finalmente, al llegar al curso de Condiciones, entendí cómo aplicar fórmulas prácticas para mantenerme estable y en una condición de normalidad. Aprendí que la vida es un proceso constante de análisis, acción y mejora, y que depende de mí mantener el equilibrio y continuar creciendo cada día.
“Hoy puedo decir con orgullo que soy una persona diferente. Mi cuerpo, mi mente y mi espíritu se han fortalecido. He recuperado mi energía, mi claridad y mis ganas de vivir plenamente”.
Hoy puedo decir con orgullo que soy una persona diferente. Mi cuerpo, mi mente y mi espíritu se han fortalecido. He recuperado mi energía, mi claridad y mis ganas de vivir plenamente. Agradezco con todo mi corazón a todo el staff de Narconon Sonora por su apoyo incondicional, por creer en mí incluso cuando yo dudaba, y por acompañarme en cada paso de este camino. Gracias por darme las herramientas necesarias para superar mis barreras y convertirme en una mejor versión de mí mismo.
Terminar este programa no es solo el final de una etapa, sino el comienzo de una nueva vida. Una vida llena de propósito, responsabilidad y gratitud.
Muchas gracias a Dios, a Narconon Sonora y a todas las personas que formaron parte de mi recuperación.
L.A., Graduado de Narconon Navojoa